Se dice que la Tarantella se originó en el siglo XV como una forma de curar a las personas que se creía que habían sido picadas por una tarántula. Según la leyenda, la picadura de la tarántula hacía que una persona se volviera frenética y bailara incontrolablemente hasta que colapsara por agotamiento. Se creía que la Tarantella era la única forma de romper el hechizo de la araña y salvar la vida de la persona.
Con el tiempo, la Tarantella evolucionó de un ritual curativo a una danza social popular. Se hizo particularmente popular en los siglos XVIII y XIX, cuando se representaba en festivales y otras celebraciones en toda Italia. Hoy en día, la Tarantella todavía se baila en muchas partes de Italia y se considera una parte importante del patrimonio cultural del país.