2. Exfolia tu piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas. Esto ayudará a evitar que los poros se obstruyan.
3. Utiliza una crema hidratante matificante para ayudar a controlar la producción de grasa. Aplícalo en tu rostro después de limpiarlo y exfoliarlo.
4. Evita usar maquillaje demasiado pesado o graso. Esto puede obstruir los poros y provocar brotes.
5. Usa protector solar todos los días, incluso en días nublados. Los rayos ultravioleta del sol pueden dañar la piel y hacerla más propensa a sufrir brotes.
6. Bebe mucha agua para mantenerte hidratado. La deshidratación puede provocar una piel seca y escamosa que es más propensa a sufrir brotes.
7. Evita tocarte la cara. Esto puede transferir bacterias a la piel y provocar brotes.
8. Si te sale un brote, no lo elijas. Esto puede empeorarlo y provocar cicatrices.
9. Considere la posibilidad de utilizar un tratamiento con ácido salicílico o peróxido de benzoilo para ayudar a aclarar los brotes. Estos ingredientes son eficaces para matar bacterias y reducir la inflamación.
10. Consulte a un dermatólogo si sus brotes son graves o no mejoran con el tratamiento en el hogar. Un dermatólogo puede recetarle medicamentos u otros tratamientos para ayudarle a tener una piel clara.