* Problemas del oído interno, como laberintitis o enfermedad de Meniere
* Condiciones neurológicas, como esclerosis múltiple o accidente cerebrovascular.
* Ciertos medicamentos, como anticonvulsivos o antidepresivos.
* Abuso de alcohol o drogas
* Condiciones oculares, como albinismo o retinosis pigmentaria.
En algunos casos, el nistagmo puede ser un signo de una afección médica grave. Si experimenta nistagmo de aparición repentina o si va acompañado de otros síntomas como mareos, dolor de cabeza o vómitos, es importante consultar a un médico de inmediato.
No existe cura para el nistagmo, pero existen tratamientos que pueden ayudar a mejorar los síntomas. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
*Usar anteojos o lentes de contacto para corregir problemas de visión.
* Fisioterapia para fortalecer los músculos oculares.
* Medicamentos para reducir la gravedad del nistagmo.
* Cirugía, en algunos casos.
Si tiene nistagmo, es importante consultar a un oftalmólogo con regularidad para controlar su afección y analizar las opciones de tratamiento.