Autoritario - Los padres toman decisiones por sus hijos y no tienen en cuenta las opiniones de sus hijos. Son estrictos y rígidos.
Indulgente - Los padres son demasiado permisivos y no ponen límites ni fronteras a sus hijos. Ceden a las exigencias de sus hijos.
No involucrado - Los padres son negligentes y no toman un papel activo en la vida de sus hijos. No ponen límites ni brindan apoyo emocional.