En algunas culturas y entornos sociales, los movimientos sugerentes de la cadera pueden considerarse inapropiados, ofensivos o sexualmente sugerentes. Por ejemplo, en ciertos entornos profesionales o formales, como el lugar de trabajo, los movimientos excesivos o provocativos de la cadera pueden considerarse poco profesionales y podrían generar preocupaciones sobre el comportamiento apropiado en el lugar de trabajo. Además, en algunos grupos sociales o comunidades religiosas, ciertos tipos de movimientos de cadera pueden considerarse tabú o inmodestos, y realizar dichos movimientos podría generar objeciones por parte de los miembros de esos grupos. Es importante ser consciente de las normas y sensibilidades culturales en lo que respecta a los movimientos y gestos corporales para evitar causar malestar u ofensa.