Atletismo: Los bailes de salón requieren una gran aptitud física, agilidad y coordinación. Los bailarines deben demostrar resistencia, flexibilidad y fuerza para ejecutar rutinas y levantamientos complejos. La naturaleza atlética del deporte exige entrenamiento, práctica y acondicionamiento regulares.
Concurso: Los bailes de salón son muy competitivos y los bailarines participan en diversas competiciones regionales, nacionales e internacionales. Estos eventos muestran la habilidad, el arte y la técnica de los bailarines, quienes son juzgados según criterios como la técnica, la coreografía, la musicalidad y la presentación general.
Reglas estandarizadas: Los bailes de salón siguen un conjunto de reglas y pautas estandarizadas establecidas por órganos rectores como la Federación Mundial de DanceSport (WDSF) y la Federación Internacional de DanceSport (IDSF). Estas reglas especifican aspectos como pasos de baile, rutinas, formaciones y vestimenta. La estandarización garantiza la equidad y la coherencia en las competiciones.
Expresión artística: Si bien el atletismo es crucial, los bailes de salón también enfatizan la expresión artística y la interpretación de la música. Los bailarines combinan habilidad técnica con arte, creando actuaciones visualmente cautivadoras que transmiten emoción y musicalidad.
Reconocimiento Internacional: El baile de salón está reconocido como un deporte legítimo por el Comité Olímpico Internacional (COI) y está incluido en varios eventos multideportivos como los Juegos Mundiales y los Juegos Asiáticos. Este reconocimiento subraya la popularidad global, el nivel de organización y la naturaleza competitiva del deporte.
Apelación al espectador: Los bailes de salón atraen a una audiencia importante en todo el mundo. Los espectadores disfrutan del atletismo, el arte y el espectáculo visual de este deporte, lo que lo hace entretenido y apreciado por sus cualidades atléticas.