En la danza, contraste Se refiere al uso deliberado de elementos opuestos para crear tensión o variedad en una composición coreográfica. Implica yuxtaponer diferentes cualidades de movimiento, como rápido y lento, grande y pequeño, o fuerte y fluido. Los elementos contrastantes también pueden incluir cambios de dirección, energía, fraseo o formación.
El uso eficaz del contraste ayuda a definir y mejorar momentos específicos dentro de una pieza coreografiada, añadiendo profundidad e interés visual. Los bailarines pueden cambiar entre niveles bajos y altos, variar velocidades, alternar posiciones simétricas y asimétricas, o combinar movimientos rápidos y lentos mientras incorporan diferentes cualidades de energía como tensión y liberación.
En general, el contraste actúa como una herramienta compositiva que enriquece la danza al enfatizar las diferencias y resaltar ciertas secciones, contribuyendo al desarrollo y las cualidades dramáticas de una obra coreográfica.