Ebullición: El repollo se puede hervir hasta que esté tierno y luego servir con mantequilla, sal y pimienta. Esta es una forma sencilla y fácil de cocinar repollo.
Cocer al vapor: El repollo al vapor conserva sus nutrientes y le da una textura crujiente. El repollo al vapor se puede servir con diversas salsas o condimentos.
Salteado: El repollo se puede saltear con otras verduras, carne o tofu. La col salteada es un plato rápido y fácil de preparar.
Estofado: Estofar consiste en cocinar el repollo lentamente en una olla tapada con una pequeña cantidad de líquido, como caldo o vino. El repollo estofado queda tierno y sabroso.
Asado: El repollo se puede asar al horno con aceite de oliva, sal y pimienta. El repollo asado queda crujiente y ligeramente caramelizado.
Trituración: El repollo rallado se puede utilizar en ensaladas, ensalada de col y otros platos.
Fermentación: El repollo se puede fermentar para preparar chucrut, kimchi y otros platos de repollo fermentado.