Bepo desafía a los cazadores a una partida, proponiendo una competición entre sus habilidades de puntería. Los cazadores están de acuerdo, pensando que tienen una victoria fácil. Sin embargo, la reputación de Bepo como francotirador es cierta y derrota a los cazadores en la competencia. Impresionados por sus habilidades y la camaradería en su comunidad, los cazadores deciden perdonar al alambique y hacerse amigos de Bepo.
A lo largo de la historia, se destaca el tema de la amistad, la comunidad y el poder de la unidad. La profunda conexión de Bepo con su comunidad, demostrada a través de su capacidad para calmar una situación potencialmente violenta, resalta la fuerza de sus vínculos. La historia termina con una sensación de reconciliación cuando los cazadores y Bepo se hacen amigos y comparten una comida juntos.