Aquí hay más información sobre Guildenstern y Rosencrantz:
Amigos de Hamlet: Guildenstern y Rosencrantz aparecen en el segundo acto de la obra como compañeros cercanos de Hamlet. Sin embargo, sus lealtades se ven cuestionadas cuando el rey Claudio y la reina Gertrudis les piden que espíen a Hamlet y descubran la causa de su extraño comportamiento.
Mensajeros de Claudio: A petición de Claudio, Guildenstern y Rosencrantz se enfrentan a Hamlet e intentan que confíe en ellos. Lo instan a abandonar su fingida locura y revelar los motivos de su melancolía. Sin embargo, Hamlet sospecha de sus verdaderos motivos y evade sus preguntas.
La burla de Hamlet: A lo largo de la obra, Hamlet se burla y critica a Guildenstern y Rosencrantz por su superficialidad, conformidad y voluntad de servir a los intereses del rey sin cuestionamientos. Los utiliza para resaltar su desprecio por la corte y la hipocresía de las personas que lo rodean.
El juego dentro de otro juego: En el tercer acto, Hamlet representa una obra dentro de la obra llamada "La ratonera", que recrea el asesinato de su padre. Guildenstern y Rosencrantz están presentes en esta actuación y se encuentran entre los miembros del público que presencian el impacto emocional que tiene en Claudio.
Su destino: Más adelante en la obra, Guildenstern y Rosencrantz son enviados en misión a Inglaterra, acompañados por Hamlet, quien sospecha que llevan órdenes para su ejecución. Hamlet altera el contenido de la carta que llevan, asegurando en cambio su propia muerte.
Guildenstern y Rosencrantz son a menudo analizados e interpretados como representantes del conformismo, las convenciones sociales y la voluntad de seguir la autoridad sin cuestionar sus motivos. Su destino también sirve para subrayar las consecuencias destructivas del engaño y la manipulación.