Rebecca Black saltó a la fama en 2011 con su exitosa canción viral "Friday", que se convirtió en tema de parodia debido a su letra simple y naturaleza repetitiva. Si bien la canción ganó notoriedad y la convirtió de la noche a la mañana en una sensación en Internet, no la llevó a un éxito sostenido. Black enfrentó críticas por su música y, a menudo, fue ridiculizada en línea, lo que afectó negativamente a su carrera. Posteriormente lanzó varias canciones y vídeos musicales más, pero ninguno igualó la popularidad inicial de "Friday".
Por otro lado, One Direction se formó en 2010 a través de la serie de televisión británica “The X Factor” y rápidamente se convirtió en una sensación mundial. La boy band estaba formada por Niall Horan, Zayn Malik, Liam Payne, Harry Styles y Louis Tomlinson. Con sus canciones pegadizas, personalidades carismáticas y una sólida base de fans (a menudo denominados Directioners), One Direction logró un inmenso éxito. Lanzaron varios álbumes exitosos, se embarcaron en múltiples giras mundiales y obtuvieron un gran número de seguidores en todo el mundo. La popularidad de la banda estuvo marcada por conciertos con entradas agotadas, altas ventas de álbumes y un impacto significativo en la cultura popular.
En resumen, si bien tanto Rebecca Black como One Direction ganaron atención en la industria musical a principios de la década de 2010, sus carreras tomaron caminos muy diferentes. One Direction logró un tremendo éxito mundial y se convirtió en una boy band prominente, mientras que Rebecca Black enfrentó críticas y un éxito sostenible limitado después de la popularidad inicial de su canción "Friday".