1. Dilema moral: La advertencia del fantasma sobre "el país no descubierto de cuyos límites/Ningún viajero regresa" enfatiza la incertidumbre de la otra vida y el dilema moral que enfrenta Hamlet. Está dividido entre su deber de buscar venganza por el asesinato de su padre y el miedo a las consecuencias desconocidas que pueden resultar de tal acción.
2. Recordatorio de mortalidad: Las palabras del espectro sirven como recordatorio de la mortalidad y la impermanencia de la vida. Hamlet se ve obligado a afrontar la realidad de la muerte, tanto para él como para su padre, lo que profundiza su estado contemplativo y melancólico.
3. Preocupaciones religiosas: La mención del infierno refleja las creencias religiosas predominantes en la época isabelina, donde la idea de la condenación eterna era una preocupación importante. La vacilación de Hamlet a la hora de actuar se debe en parte a su miedo a las posibles repercusiones espirituales de sus acciones.
4. Paralelismo: La advertencia del fantasma establece un paralelo entre el descenso físico al infierno y el descenso metafórico de Hamlet a la locura y la ambigüedad moral a lo largo de la obra. Su confusión mental refleja la idea de descender a un reino oscuro y desconocido.
5. Procrastinación y venganza: El recordatorio del fantasma añade urgencia a la misión de venganza de Hamlet, ya que teme las consecuencias de retrasar la acción. Sin embargo, la mención de la otra vida y el posible juicio también contribuye a su procrastinación y complica aún más su toma de decisiones.
En general, el recordatorio del fantasma sobre el descenso a los infiernos en la escena 3 del tercer acto sirve para intensificar el conflicto moral, intensificar los temas existenciales de la obra y contribuir a las complejas luchas internas de Hamlet.