Vida temprana:
Ed Gein creció en una aislada granja en las afueras de Plainfield. Su padre George era alcohólico y abusivo, mientras que su madre, Augusta, demasiado religiosa, inculcó un sentido distorsionado de la moralidad en su hijo. La infancia de Gein estuvo marcada por el aislamiento social y creció sin amigos cercanos. Su madre le advertía constantemente sobre los males del mundo y la influencia negativa de las mujeres, inculcando en Gein un miedo y un odio muy arraigados hacia el sexo femenino.
Asesinatos y robo de tumbas:
En noviembre de 1947, Gein cometió su primer asesinato confirmado cuando disparó y mató a la dueña de una taberna local llamada Mary Hogan. Dos años más tarde, volvió a atacar y mató a la propietaria de una ferretería, Bernice Worden. Sin embargo, fue el descubrimiento de su espantosa colección de restos humanos lo que realmente conmocionó y horrorizó a la nación. Gein había estado desenterrando cuerpos de cementerios locales y creando muebles, herramientas y otros artículos domésticos toscos a partir de sus huesos y piel.
Arresto y juicio:
Los inquietantes hechos de Gein salieron a la luz el 17 de noviembre de 1957, cuando el departamento del sheriff allanó su aislada granja. Los descubrimientos realizados en el interior sorprendieron incluso a los investigadores más experimentados. Gein había convertido toda su casa en un santuario macabro, repleto de cráneos humanos, pantallas de lámparas hechas de piel humana y varios objetos elaborados con huesos humanos.
Gein fue arrestado y juzgado por el asesinato de Bernice Worden. Se declaró inocente por motivos de locura y sus abogados presentaron pruebas de su inestabilidad mental. Después de varios exámenes psiquiátricos, Gein fue declarado legalmente loco y no apto para ser juzgado. Por lo tanto, fue enviado a una institución mental en 1968, donde permaneció hasta su muerte en 1984.
Impacto y legado cultural:
La vida y los crímenes de Ed Gein han tenido un profundo impacto en la cultura popular y la criminología. Su historia se ha adaptado a numerosas películas, programas de televisión y libros, entre los que destaca la icónica película de terror "Psicosis". que se basó libremente en los crímenes de Gein. Su inquietante fascinación por la carne humana también ha inspirado muchos estudios psicológicos sobre la naturaleza del comportamiento psicopático.
El caso de Ed Gein sigue siendo un escalofriante recordatorio del lado oscuro de la naturaleza humana. Sus horribles acciones han dejado una cicatriz permanente en la conciencia colectiva de la sociedad y sirven como advertencia sobre los peligros de las enfermedades mentales no controladas.