* Los patos han "vinido al sur" para pasar el invierno.
* Su habitación es una "pocilga".
* La ciudad de Nueva York es un "zoológico".
* El metro siempre es un "loco".
* Parece que todos sus profesores no se preocupan por él.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo se utiliza la personificación en El guardián entre el centeno. Al otorgar cualidades humanas a objetos o ideas no humanos, Salinger permite a los lectores comprender y relacionarse mejor con la perspectiva única de Holden sobre el mundo.