El escenario de la sentencia se desarrolla en un tribunal de justicia veneciano, con el duque de Venecia presidiendo el caso. Shylock está decidido a vengarse de Antonio, quien lo ha insultado y maltratado públicamente en el pasado. Antonio, en cambio, se resigna a su destino y se dispone a morir.
Portia, una joven disfrazada de abogado llamada Balthazar, llega al tribunal para representar a Antonio. Ella cuestiona el derecho de Shylock a exigir una libra de carne, argumentando que el vínculo no especifica de dónde se debe extraer la carne. También señala que la exigencia de Shylock está motivada por el odio y la malicia, más que por la justicia.
Al final, los argumentos de Portia prevalecen y Shylock es derrotado. Se ve obligado a renunciar a su derecho a la carne de Antonio y convertirse al cristianismo. Antonio se salva y Shylock queda humillado y derrotado.
El juicio del Mercader de Venecia es una escena compleja y controvertida que ha sido interpretada de muy diversas maneras. Algunos lo ven como una victoria de la justicia y la misericordia, mientras que otros lo ven como un castigo duro e injusto para Shylock. En última instancia, corresponde a cada individuo decidir cómo interpreta el juicio y su significado en la obra.