El poema de Brooke sirvió como fuente importante para la obra de Shakespeare. Proporcionó los elementos principales de la trama, los nombres de los personajes y el arco argumental general de Romeo y Julieta. Sin embargo, existen diferencias notables entre la versión de Brooke y la adaptación posterior de Shakespeare.
Una de las distinciones clave es el tono y el estilo de la narrativa. El poema de Brooke emplea un enfoque más didáctico y moralizante, con el objetivo de transmitir una advertencia sobre los peligros de la pasión excesiva y las consecuencias destructivas del amor. El poema enfatiza el trágico destino de Romeo y Julieta como resultado de sus decisiones impulsivas.
En contraste, la obra de Shakespeare está marcada por su lenguaje poético, estructura dramática y caracterización vívida. La adaptación de Shakespeare aporta mayor complejidad a los personajes y explora su profundidad emocional, motivaciones y conflictos internos. La obra también introduce temas más matizados relacionados con el amor, el destino, la sociedad y la interacción entre los deseos individuales y las expectativas sociales.
Shakespeare se toma libertades creativas al adaptar el poema de Brooke, agregando nuevos personajes, escenas y diálogos. También se desvía del final original al hacer que Romeo y Julieta se suiciden en el acto final. Estos cambios contribuyen a una mayor sensación de tragedia y impacto emocional en la obra de Shakespeare.
Si bien el poema de Brooke proporcionó el material fundamental, el genio de Shakespeare transformó la historia en un clásico perdurable de la literatura occidental. Su adaptación se considera la versión definitiva del cuento de Romeo y Julieta, superando la popularidad e influencia de la Antigua Descripción original.