A continuación se muestran algunos ejemplos del uso de "profanadores" en las obras de Shakespeare:
- En "Romeo y Julieta", Romeo usa el término para describir a los Montescos y Capuletos, las familias rivales que se pelean y causan caos en Verona. Él exclama:"Niega a tu padre y rechaza tu nombre, / O, si no quieres, júrame mi amor, / Y ya no seré un Montesco. / Llámame sólo amor, y seré nuevo". bautizado; / De ahora en adelante nunca seré Romeo." Esto sugiere que Romeo considera las disputas familiares y las expectativas sociales como profanas y sacrílegas, lo que le impide estar verdaderamente unido con Julieta.
- En "El rey Lear", el término "profanadores" lo utiliza el personaje de Edmund, que conspira para derrocar a su padre, el conde de Gloucester. Edmund se refiere a las hijas del rey, Goneril y Regan, como "profanas" porque faltan el respeto a la autoridad de su padre y participan en actos de engaño.
- En "Enrique IV, Parte 2", el personaje de Falstaff se refiere al Lord Presidente del Tribunal Supremo como "un tipo profano" porque respeta la ley e impone restricciones morales al estilo de vida disoluto de Falstaff y sus compañeros.
- En "La Tempestad", el personaje de Calibán se refiere a los náufragos como "profanadores" porque perturban la armonía natural y la pureza de la isla.
En general, el término "profanadores" en las obras de Shakespeare sirve para enfatizar la violación o el desprecio de los límites sagrados, morales o sociales. Puede ser un dispositivo poderoso para resaltar conflictos, subrayar tensiones sociales y expresar juicios morales.