La frase "magtanim ay di biro" probablemente se originó a partir de las experiencias de los agricultores filipinos, que durante mucho tiempo han enfrentado numerosos desafíos en su trabajo. Estos desafíos incluyen desastres naturales, como tifones e inundaciones, que pueden destruir cultivos y ganado; plagas y enfermedades que pueden afectar a plantas y animales; y las fluctuaciones en el precio de mercado de los productos agrícolas, que pueden dificultar que los agricultores se ganen la vida. Además, la agricultura requiere largas horas de duro trabajo y los agricultores a menudo tienen que trabajar en condiciones difíciles, como calor o frío extremos.
La frase "magtanim ay di biro" sirve como recordatorio de los desafíos que enfrentan los agricultores y se utiliza para alentar a las personas a apreciar el arduo trabajo y la dedicación que implica producir los alimentos que comemos.