1. Metáfora :
- “El corazón del niño era un revoltijo de felicidad, como un nido lleno de polluelos.”
- "El desierto era como un enorme horno que cocía al mundo hasta someterlo".
2. Símil :
- "A lo lejos, el viento susurraba entre las dunas como una orquesta del desierto afinando."
- "La luna brillaba como una moneda de plata en el bolsillo de terciopelo del cielo nocturno."
3. Personificación :
- “El desierto sonrió ante la determinación del niño, dándole la bienvenida para explorar sus secretos.”
- “Mientras caminaba, la luna parecía seguirlo, una fiel compañera de viaje.”
4. Simbolismo :
- El uso que hace el alquimista del desierto para simbolizar el viaje de autodescubrimiento.
- El motivo recurrente de la oveja, que representa los aspectos mundanos de la vida con los que la gente suele conformarse en lugar de perseguir sus sueños.
5. Oxímoron :
- “El niño se llenó de una amarga alegría al darse cuenta de la sencillez y complejidad del universo”.
6. Aliteración :
- "El oasis barrido por la arena le hizo señas para que se rindiera al canto de sirena de relajación".
- “El suave susurro del viento lo adormeció.”
7. Hipérbole :
- “El sol golpeó al niño como mil martillos furiosos, exigiendo su rendición”.
- “La arena se extendía sin fin, un obstáculo insalvable que parecía burlarse de sus esfuerzos”.
Al incorporar estas y otras formas de lenguaje figurativo, Paulo Coelho aporta profundidad, emoción e imaginación a la historia, permitiendo a los lectores formar conexiones más profundas con los personajes, temas e ideas filosóficas presentadas en El alquimista.