Sus escritos satíricos: Voltaire era un maestro de la sátira y utilizó su agudo ingenio para criticar al gobierno francés, la Iglesia católica y otras instituciones poderosas. Sus escritos a menudo irritaban a quienes estaban en el poder, quienes lo veían como una amenaza a su autoridad.
Su apoyo a la tolerancia religiosa: Voltaire fue un firme defensor de la tolerancia religiosa y argumentó que las personas deberían ser libres de practicar el culto que quisieran. Esto lo puso en desacuerdo con la Iglesia católica, que era la religión oficial de Francia.
Su apoyo a la libertad de expresión: Voltaire creía que la libertad de expresión era esencial para una sociedad libre y defendió este derecho incluso cuando eso significaba criticar a quienes estaban en el poder. Esta franqueza a menudo le provocó problemas con las autoridades.
Su influencia en la Revolución Francesa: Las ideas de Voltaire tuvieron una profunda influencia en la Revolución Francesa y se le considera uno de los padres intelectuales de la revolución. Esta asociación lo convirtió en un objetivo para el gobierno francés, que lo veía como un radical peligroso.
Como resultado de estos factores, Voltaire se vio obligado a pasar gran parte de su vida en el exilio. Vivió en Inglaterra, Prusia y Suiza, entre otros lugares. También estuvo encarcelado en la Bastilla durante un tiempo. A pesar de los desafíos que enfrentó, Voltaire nunca dejó de escribir y luchar por sus creencias.