El uso que hace Austen de la ironía y la sátira es evidente a lo largo de la novela. Por ejemplo, el personaje del Sr. Collins es un excelente ejemplo de su ingenio satírico. Se le presenta como un clérigo pomposo y servil que está más preocupado por el estatus social que por la religión. Austen también se burla de las convenciones sociales de la época, como la importancia del matrimonio y la rígida estructura de clases.
Además de humor y sátira, Orgullo y prejuicio es también una novela romántica. La relación entre Elizabeth y el Sr. Darcy es fundamental para la historia, y Austen genera hábilmente tensión y anticipación entre los dos personajes. La novela explora temas de amor, prejuicios y autoengaño y, en última instancia, termina en una conclusión satisfactoria y conmovedora.
En general, el tono de Orgullo y prejuicio puede describirse como humorístico, satírico y romántico. El hábil uso de la ironía y el ingenio por parte de Austen, combinado con su exploración de temas y personajes complejos, hace de Orgullo y prejuicio un clásico atemporal y querido de la literatura inglesa.