Las primeras líneas establecen la presunción central del poema:
No temas más al calor del sol
Ni los furiosos estragos del invierno;
Tú has hecho tu tarea mundana,
Te has ido de casa y te has llevado tu salario:
El orador se dirige directamente al difunto y le insta a que no tenga miedo del calor del sol ni de la furia del invierno. Estos elementos físicos, que pueden causar malestar o dolor en la vida, ya no son preocupaciones para la persona que ha fallecido.
El poema continúa enfatizando la idea de la muerte como una liberación pacífica de las cargas de la vida:
Todos los muchachos y muchachas de oro deben,
Como deshollinadores, venid al polvo.
Aquí, Shakespeare hace una comparación entre personas ricas y privilegiadas (muchachos y muchachas de oro) con los deshollinadores, que a menudo provienen de clases socioeconómicas más bajas. La línea implica que la muerte es un igualador, ya que llega para todos, independientemente de su estatus o circunstancias.
Esta universalidad de la muerte se ve reforzada por el uso que hace el hablante de "todos" y la referencia al "polvo", lo que sugiere que todos, sin importar cuán altos o bajos sean, eventualmente regresan a la tierra. Las imágenes del poema también sugieren que la muerte es un proceso natural, como la caída de las hojas mencionadas en la línea:
Y deja el mundo a la oscuridad y a mí.
El uso que hace el hablante de "y" se conecta con el mundo natural, lo que implica que su propia vida está interconectada con el ciclo de la vida y la muerte.
En la estrofa final, el poema cambia de tono, volviéndose más personal cuando el hablante se dirige directamente a los "compañeros de arcilla":
No temas más el ceño fruncido de los grandes,
Has superado el golpe del tirano;
No te preocupes más por vestirte y comer;
Para ti la caña es como la encina:
El orador asegura al difunto que ya no tiene que preocuparse por las opiniones de los poderosos (el ceño fruncido de los grandes) o las limitaciones de la jerarquía social. Están libres de la necesidad de alimento, vestido y refugio, y la idea de que la caña sea tan fuerte como el roble sugiere que incluso los más débiles son iguales en la muerte.
"Fear No More the Heat o'the Sun" termina con un eco de las primeras líneas, pero con una ligera variación:
Descansa, descansa ahora en paz;
La muerte sea para ti como el sueño.
Aquí, el orador refuerza la noción de la muerte como un descanso pacífico y ofrece una bendición final, deseando al difunto un "sueño" reparador y pacífico en la muerte.
A través de su rico simbolismo, imágenes y lenguaje poético, "No temas más al calor del sol" ofrece una perspectiva reconfortante sobre la muerte, presentándola como una parte natural del viaje de la vida y una oportunidad para liberarse de las cargas y preocupaciones de la mortalidad. .