En el contexto de la obra, la frase puede verse como un reflejo de la hamartia o defecto trágico de Edipo. Hamartia es un concepto de la tragedia griega que se refiere al error de juicio o carácter del protagonista que conduce a su caída. En el caso de Edipo, su hamartia es su excesivo orgullo y confianza en sí mismo, lo que le lleva a creer que puede escapar de su destino. En última instancia, esto resulta en su caída y la destrucción de su familia.
Así, la frase "no he venido, oh Edipo a", sirve para resaltar las trágicas consecuencias de la hamartia de Edipo y la inevitabilidad de su destino.