Coraje ante la adversidad:
A pesar de su desgana inicial, Bilbo muestra coraje al salir de su zona de confort y unirse a los enanos en su búsqueda para recuperar la Montaña Solitaria. Supera sus miedos y se enfrenta a diversos peligros, incluidas arañas gigantes, montañas traicioneras y el poderoso dragón Smaug.
Inteligencia intelectual:
Bilbo demuestra ser muy inteligente e ingenioso. En lugar de depender únicamente de la fuerza física, utiliza su ingenio para superar los desafíos. Su inteligencia para resolver acertijos, descifrar runas antiguas y negociar con Smaug resalta el valor de la inteligencia en los esfuerzos heroicos.
Humildad y desinterés:
A diferencia de los héroes clásicos motivados por la fama o la gloria, los actos heroicos de Bilbo nacen de la compasión y la lealtad hacia sus compañeros. Pone el bienestar del grupo por encima de sus propios deseos. Por ejemplo, su acto de lástima hacia Gollum le salva la vida y se vuelve crucial para frustrar los planes del dragón.
Héroe reacio:
Tolkien subvierte el típico viaje heroico al presentar a Bilbo como un protagonista vacilante y a veces torpe. Sin embargo, su crecimiento y maduración como personaje ilustran que el heroísmo puede surgir de seres comunes a través de una transformación personal.
Al desafiar las expectativas y demostrar cualidades heroicas poco convencionales, Bilbo Bolsón desafía las definiciones tradicionales de heroísmo y sugiere que los individuos comunes y corrientes pueden volverse extraordinarios mediante el coraje, el ingenio, la compasión y la voluntad de crecer. A lo largo de "El Hobbit", Tolkien enfatiza el valor del carácter y la elección personal al definir el verdadero heroísmo.