Este gato es el gato más extraño que conozco.
Camina con la cabeza gacha.
Por muy triste y solitario que pueda estar un gato,
Tiene el ceño permanentemente fruncido, ya ves.
Nunca juega con otros gatos.
Él simplemente se sienta y mira y acaricia y acaricia
A sus ojos tristes, tristes, oh tan lamentables.
¿Por qué tan lleno de tristeza, místico?
Una vez le pregunté qué le ponía tan triste.
Su historia fue trágica, qué mala.
Dijo que alguna vez se llamó Félix el Grande,
Pero, de repente, el destino cambia.
Intentó saltar de un árbol que estaba alto,
Aterrizó mal, ¡ay, qué grito!
Se rompió la pierna y se lastimó la espalda.
Y ahora siempre viste ese negro.
Pienso bastante en Félix,
Su expresión triste, no puede remitir.
Siempre pienso que debería animarlo.
Dale un abrazo y llena su taza.
Un día le diré a ese viejo y triste gato.
Que dentro de él vive un gato feliz.
Creo que ese gato todavía se esconde dentro,
Esperando ser amado y confiar.
Así que estén atentos, amigos míos, tan sinceros.
Para Felix, el gato más triste que tu
alguna vez verás en toda tu vida,
Su expresión triste corta como un cuchillo.