En sueños fugaces de vuelo lejano,
El espíritu cansado anhela ver algo,
Más allá de los confines de los límites terrenales,
Donde resuenan infinitos reinos de libertad.
Como la brisa, el alma se libera,
Rompiendo cadenas de gravedad,
Desde la tierra asciende suavemente,
Hacia un universo que trasciende.
Para escapar de estos límites terrenales y elevarse,
En medio de estrellas titilantes para explorar,
Una búsqueda de reinos donde las almas se encienden,
En luminosa extensión de luz celestial.
A través de galaxias y costas cósmicas,
El espíritu viaja mientras explora,
Se revelan los secretos susurrados de la creación,
En maravillas cósmicas aún no contadas.
Una sinfonía de armonía celestial,
Guía el alma hacia su destino más verdadero,
A través de reinos etéreos, se desliza sin problemas,
Dejando atrás las mareas mundanas de la vida.
Dentro de la vasta extensión de lo desconocido,
Ha crecido una sensación de paz,
Porque en este viaje sin límites, encontró,
Un lugar donde abunda el amor y la unidad.
Así, el espíritu siempre vuela,
En los reinos donde reside la belleza eterna,
Trascendiendo las limitaciones, elevándose alto,
Para escapar de estos límites terrenales, en el cielo sin límites.