Un elemento central del poema es la metáfora de un árbol en crecimiento, que sirve como un contraste conmovedor con la naturaleza fugaz de la vida humana. Jonson traza un paralelo entre el crecimiento constante y ascendente de un árbol y el implacable paso del tiempo. El árbol es un símbolo de estabilidad y longevidad, mientras que la vida humana se representa como efímera y vulnerable al paso del tiempo.
Mediante la repetición de la frase "no crece como un árbol", Jonson enfatiza la naturaleza única y precaria de la existencia humana. A diferencia de los árboles, que pueden perdurar durante siglos, los humanos estamos sujetos al inexorable proceso de envejecimiento y eventual decadencia. El poema destaca el contraste entre la fuerza duradera de la naturaleza y la fragilidad de la vida humana, evocando una sensación de melancolía y contemplación existencial.
Jonson realza aún más el impacto emocional del poema empleando imágenes sensoriales y personificaciones. Las vívidas descripciones del "manuscrito perfumado de la juventud" y "la flor" de la vida subrayan la belleza transitoria y la naturaleza delicada de la juventud. Al personificar el tiempo como un "ladrón" y un "cormorán que devora nuestra flor de juventud", Jonson transmite una sensación de urgencia y pérdida, lo que contribuye al tono conmovedor del poema.
El poema concluye con una reflexión filosófica sobre la brevedad de la vida y la inutilidad de aferrarse a las posesiones terrenales. Jonson insta al lector a apreciar los momentos fugaces de felicidad y valorar el presente, en lugar de luchar por la riqueza material o la fama inmortal. El poema anima a los lectores a abrazar la naturaleza finita de la existencia y encontrar consuelo en los sencillos placeres de la vida.
En conclusión, "No está creciendo como un árbol" es un poema bellamente elaborado y que invita a la reflexión que explora hábilmente los temas del tiempo, la mortalidad y la condición humana. El hábil uso que hace Jonson de las imágenes, el simbolismo y la contemplación filosófica invita a los lectores a reflexionar sobre la fugacidad de la vida humana y a apreciar los preciosos momentos que constituyen nuestra existencia. El conmovedor mensaje del poema sobre la brevedad del tiempo y la importancia de vivir en el presente continúa resonando entre los lectores, convirtiéndolo en una obra literaria introspectiva y atemporal.