La relación entre la cosa con plumas y la esperanza es simbiótica. El pájaro con plumas le da esperanza al hablante, y la esperanza del hablante le permite al pájaro continuar volando. Esta relación recuerda la relación entre el espíritu humano y el mundo natural. Cuando estamos en contacto con nuestra propia esperanza, podemos apreciar la belleza y las maravillas del mundo que nos rodea. Y cuando estamos asombrados por el mundo natural, recordamos el poder de la esperanza.