Llora si es necesario,
Por las cosas mundanas que fueron;
Pero no llores más,
Cuando Dios haya enjugado tus lágrimas.
Recuerda que nadie más dirá
Tu parte, o mantén el lugar que yacías.
Son muy pocos los que se atreven a vivir su vida.
Según su sueño,
Y muchos que, por miedo a emprender la huida,
Están condenados a nunca gritar:
"Estoy solo,
Y tan solo
Que debo atreverme a ser...
¡Mío!"