1. Talento literario:Shakespeare poseía un talento literario y una creatividad excepcionales. Sus obras mostraron un dominio del lenguaje, incluido el uso poético de imágenes y simbolismos, un hábil desarrollo de personajes e historias convincentes.
2. Variedad de obras:Shakespeare escribió una amplia gama de obras, incluidas comedias, tragedias, obras históricas y romances. Su capacidad para producir obras de alta calidad en diferentes géneros demostró su versatilidad.
3. Patrocinio:Shakespeare se benefició del patrocinio de personas influyentes, en particular el magnate del teatro Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. Tal patrocinio aseguró que sus obras fueran producidas y ganaran exposición.
4. The Globe Theatre:La asociación de Shakespeare con el Globe Theatre, un destacado teatro de Londres, proporcionó un lugar para que sus obras se representaran regularmente ante grandes audiencias.
5. Carrera actoral:Shakespeare también fue actor en sus propias obras, lo que le brindó experiencia de primera mano en la interpretación y puesta en escena de sus obras.
6. Colaboraciones:Shakespeare colaboró con otros dramaturgos y actores, compartiendo conocimientos y técnicas que mejoraron la calidad de su propia escritura.
7. Oportunidad:Las obras de Shakespeare se alinearon con los cambios culturales e históricos durante las épocas isabelina y jacobea, capturando los intereses y aspiraciones de su público.
8. Accesibilidad:Las obras de Shakespeare atrajeron a audiencias diversas, desde la élite educada hasta ciudadanos comunes, ya que a menudo exploraban temas universales y emociones humanas.
9. Legado de actuación:La puesta en escena continua de las obras de Shakespeare ayudó a solidificar su reputación como maestro del teatro. Las adaptaciones de sus obras en numerosos idiomas y medios también ampliaron su audiencia y su impacto cultural.
10. Análisis y crítica literaria:con el tiempo, las obras de Shakespeare se convirtieron en objeto de extensos análisis e interpretaciones por parte de académicos, críticos y artistas, consolidando su posición como una figura destacada de la literatura.
En conjunto, estos factores impulsaron la carrera de Shakespeare, lo que le valió el reconocimiento como uno de los más grandes dramaturgos de la literatura inglesa.