1. Errores menores: Los errores menores, como errores tipográficos o administrativos, pueden no ser suficientes para descartar una multa. Estos errores a menudo pueden ser corregidos por el tribunal o la agencia encargada de hacer cumplir la ley.
2. Errores sustanciales: Los errores sustanciales, como errores que afecten la validez de la multa o los derechos del demandado, pueden dar lugar a la desestimación de la multa. Por ejemplo, un error en el nombre del acusado, la fecha o la descripción del delito podría resultar en la desestimación de la multa.
3. Errores de procedimiento: Los errores relacionados con los procedimientos seguidos por las autoridades o el tribunal también pueden dar lugar a la desestimación de una multa. Por ejemplo, si el oficial no siguió los procedimientos adecuados para emitir la multa o el tribunal no notificó adecuadamente al acusado, la multa puede ser desestimada.
4. Aplicación selectiva: Si se puede demostrar que la multa se emitió como resultado de una aplicación selectiva (por ejemplo, dirigida a un grupo específico de personas en función de su raza, género u otras características protegidas), esto puede ser motivo para que se desestime la multa.
En última instancia, la decisión de desestimar o no una multa debido a un error recae en el tribunal. Si cree que hubo un error en su multa, debe consultar con un abogado o experto legal para comprender sus derechos y opciones. Ellos pueden ayudarlo a determinar si presentar una moción para desestimar la multa es apropiado en su caso y pueden brindarle representación ante el tribunal si es necesario.