La historia se desarrolla en el Londres victoriano azotado por la pobreza, donde una pareja de ancianos comparte una vida miserable. La única fuente de alegría para la pareja es un rubí de cristal que el anciano recibió de su prometida antes de que ella muriera. Una Navidad, la mujer le pide al anciano que venda el rubí para tener dinero y disfrutar de la festividad. El anciano vende el rubí con gran pesar y luego va a una tienda donde se exhibe el rubí, reflejando la triste ironía de su vida.
La historia explora temas de amor, sacrificio y la naturaleza agridulce de la vida. La decisión del anciano de vender el rubí es un sacrificio que hace por la felicidad de su esposa. Él sabe que ella merece una vida mejor y está dispuesto a renunciar a su única fuente de alegría por ella. La historia también destaca el poder del amor, ya que es el amor mutuo de la pareja lo que los sostiene a través de sus circunstancias difíciles.