- Se daría un baño tibio.
- Tomaría té.
- Se tumbaría en la oscuridad y repasaría mentalmente el espectáculo.
- Iba al gimnasio y hacía ejercicio vigoroso durante más de una hora.
- Oraría por la guía y la fuerza de Dios.
- Hacía ejercicios de respiración profunda y escuchaba música clásica.
- Luego se sentaba en tranquila concentración antes de subir al escenario.