Ejemplos de amenazas veladas incluyen frases como "no quieres saber qué pasa después" o "habrá consecuencias si no cumples". Estas declaraciones transmiten sutilmente una advertencia sin indicar explícitamente la naturaleza de las consecuencias o amenazas.
Las amenazas veladas crean una atmósfera de incertidumbre y miedo y pueden utilizarse como forma de manipulación para influir en el comportamiento de los demás. A menudo se emplean cuando alguien quiere evitar la confrontación directa o evitar asumir la responsabilidad de sus acciones y al mismo tiempo transmitir un mensaje de posibles resultados negativos.