- Acrofobia: Miedo a las alturas.
- Agorafobia: Miedo a los espacios abiertos o lugares concurridos.
- Claustrofobia: Miedo a los espacios confinados o cerrados.
- Cinofobia: Miedo a los perros.
- Aracnofobia: Miedo a las arañas.
- Ofidiofobia: Miedo a las serpientes.
- Ailurofobia: Miedo a los gatos.
- Nictofobia: Miedo a la oscuridad.
- Tanatofobia: Miedo a la muerte.
- Trastorno de ansiedad social: Miedo a ser juzgado, avergonzado o escudriñado en situaciones sociales.
- Aviofobia: Miedo a volar.
- Emetofobia: Miedo a vomitar.
- Glosofobia: Miedo a hablar en público.
- Coulrofobia: Miedo a los payasos.
Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden experimentar múltiples temores importantes y las respuestas de miedo pueden variar en intensidad, desde ansiedad leve hasta ataques de pánico severos. Si un miedo interfiere significativamente con la vida diaria o causa angustia, es recomendable buscar ayuda y apoyo profesional de terapeutas o expertos en salud mental.