reacciones posibles:
* parece indiferente o despiadado: Pueden parecer separados y no afectados por estar solos, posiblemente participar en un juego solitario o explorar la habitación sin buscar al cuidador.
* minimiza su angustia: Pueden mostrar signos mínimos de angustia como un ligero ceño fruncido o morderse los labios, pero suprimen rápidamente cualquier expresión externa de tristeza o miedo.
* Evita el contacto con el cuidador: Pueden evitar el contacto visual o el toque físico con el cuidador, incluso cuando regresan a la habitación.
* se involucra en comportamientos de auto-calentamiento: Podrían participar en acciones repetitivas como balancear, chupar los dedos o mirar completamente al espacio para tratar de manejar sus emociones.
* muestra signos de tensión física: Podrían exhibir signos físicos de ansiedad como inquietud, mayor respiración o puños cerrados, pero estos pueden pasar desapercibidos para los observadores casuales.
Consideraciones importantes:
* edad: Un niño más pequeño con un apego evitativo podría mostrar más signos de angustia manifiestos, pero probablemente minimizará su expresión emocional.
* Diferencias individuales: Si bien estas son respuestas comunes, cada niño es único y su reacción puede variar según su temperamento individual y la gravedad de su inseguridad de apego.
* malinterpretaciones: El comportamiento aparentemente indiferente o compuesto de un niño podría malinterpretarse como una señal de que son felices y contentos, pero debajo de la superficie, pueden estar experimentando una angustia significativa.
Es importante recordar que el apego evitativo es un problema complejo, y el comportamiento de un niño en una habitación extraña es solo una pieza del rompecabezas. Si sospecha que su hijo podría estar mostrando signos de apego evitativo, buscar orientación profesional de un terapeuta o psicólogo es crucial.