Los jugadores que intenten utilizar software de terceros o explotar la mecánica del juego para obtener una ventaja injusta pueden enfrentar suspensiones de cuentas o incluso prohibiciones permanentes. Para garantizar una experiencia de juego justa y agradable para todos, Blizzard tiene una política estricta contra las trampas y alienta a los jugadores a informar cualquier actividad sospechosa.