Con el tiempo, los tambores evolucionaron y se volvieron más sofisticados, y se desarrollaron diferentes tipos de tambores para diferentes propósitos. Por ejemplo, el tambor djembé con forma de reloj de arena se originó en África occidental y es conocido por su sonido distintivo y patrones rítmicos. Los tambores de conga, originarios de Cuba, son un conjunto de tres tambores que se tocan con las manos y se utilizan mucho en la música latina. La batería, que consta de un conjunto de tambores y platillos que se tocan con baquetas y pedales, se desarrolló en el siglo XIX y se ha convertido en un elemento básico de la música moderna.
El desarrollo del tambor es el resultado del ingenio y la creatividad colectivos de personas de diferentes culturas a lo largo de los siglos. Es un testimonio del poder de la música y su capacidad para unir a las personas y expresarse.