Cuando a un compositor se le encarga la creación de una nueva obra, se le da libertad artística para componer de acuerdo con su propio estilo, visión e interpretación. Sin embargo, el comisionado puede proporcionar ciertas pautas, como la duración deseada, la instrumentación o el tema de la pieza. Luego, el compositor emprende el proceso creativo de componer la nueva música, que puede implicar escribir la notación musical, arreglar partes para diferentes instrumentos y, a veces, colaborar con otros músicos o profesionales artísticos.
Los encargos desempeñan un papel importante a la hora de apoyar el trabajo de los compositores y mejorar el repertorio de nuevas composiciones musicales. Brindan a los compositores la oportunidad de crear y compartir sus ideas musicales originales, al tiempo que garantizan una compensación financiera y el reconocimiento por sus esfuerzos. Las obras encargadas suelen recibir estrenos o actuaciones destacadas por parte de prestigiosos conjuntos o instituciones, lo que ayuda a mostrar el talento y la creatividad del compositor a un público más amplio.
Los encargos también pueden contribuir al desarrollo de géneros, estilos o formas musicales específicos. Permiten a los compositores explorar nuevas direcciones artísticas y ampliar los límites de la expresión musical, enriqueciendo el panorama musical con obras únicas e innovadoras. Muchas composiciones musicales destacadas e influyentes a lo largo de la historia se han creado como resultado de encargos, dejando un legado duradero en el mundo de la música clásica, la música contemporánea y otros géneros.