Varios factores contribuyeron a este cambio, incluido el auge de las estaciones de radio de rock orientado a álbumes (AOR) y la creciente sofisticación de los equipos de audio, que permitieron a los oyentes apreciar los matices y complejidades de los álbumes completos. Como resultado, los artistas y las compañías discográficas pusieron mayor énfasis en la creación de álbumes coherentes y bien elaborados, y los sencillos pasaron a ser secundarios respecto de la experiencia general del álbum.
En la década de 1980, sin embargo, el péndulo comenzó a girar nuevamente hacia los singles, gracias en gran parte al auge de MTV y al mayor énfasis en los videos musicales. Los sencillos volvieron a convertirse en una importante herramienta de promoción para artistas y sellos discográficos, y muchas canciones que anteriormente habían sido pistas de álbumes se convirtieron en sencillos de éxito debido a la exposición en MTV.