La etiqueta de Aviso para padres es obligatoria en todos los álbumes de música rock que contengan contenido explícito, como malas palabras, referencias sexuales o violencia. La etiqueta está diseñada para advertir a los padres sobre contenido potencialmente inapropiado para que puedan tomar decisiones informadas sobre si permitir o no que sus hijos escuchen el álbum.
La etiqueta Parental Advisory fue introducida por primera vez en los Estados Unidos en 1985 por la Recording Industry Association of America (RIAA). La RIAA creó el sello en respuesta a la creciente preocupación del público por la cantidad de contenido explícito en la música popular. El sello no es un requisito legal, pero la mayoría de las compañías discográficas lo utilizan voluntariamente para evitar posibles controversias.
La etiqueta de aviso para padres generalmente se encuentra en la portada o contraportada de un álbum. Suele ir acompañado de una advertencia de que el álbum tiene contenido explícito. La advertencia también puede indicar que el álbum no es adecuado para niños menores de cierta edad.
La etiqueta de Aviso a los padres ha sido criticada por algunas personas que argumentan que es innecesaria y que restringe la libertad de expresión. Sin embargo, la etiqueta cuenta con el apoyo de muchos padres que creen que les ayuda a proteger a sus hijos de contenidos inapropiados.
Advertencia de contenido explícito
Además de la etiqueta de aviso para padres, algunos álbumes de música rock también pueden incluir una advertencia de contenido explícita. Esta advertencia suele encontrarse en la contraportada del álbum. Puede indicar que el álbum contiene letras explícitas, blasfemias o violencia.
La advertencia de contenido explícito no es un requisito legal, pero algunas compañías discográficas la utilizan voluntariamente para brindar información adicional a los consumidores sobre el contenido del álbum. La advertencia también puede utilizarse para disuadir a los niños de escuchar el álbum.