(*Letra tomada del discurso real; no cantada*)
Bienvenido. (aplausos)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Estamos muy felices de volver a adorar con usted. Esperamos que hayan tenido un tiempo maravilloso de adoración en sus iglesias locales esta mañana. Y ahora estamos aquí para adorar con ustedes en televisión. Estamos muy emocionados de traerles un mensaje sobre la importancia de la adoración.
Ya sabes, la adoración es lo más importante que podemos hacer en nuestras vidas. Así es como nos conectamos con Dios y cómo expresamos nuestro amor y adoración por Él. Cuando adoramos, no sólo cantamos canciones o escuchamos música. De hecho, estamos entrando en Su presencia y permitiéndole que nos transforme.
Entonces, al comenzar este tiempo de adoración, te animo a que abras tu corazón a Dios y dejes que Él te lleve más profundamente a Su presencia. Permite que Su amor te llene y te transforme. Y mientras cantamos estas canciones, adorémosle con todo nuestro corazón.
Versículo:
Cantaré al Señor un cántico nuevo,
Porque ha hecho cosas maravillosas.
Él me ha salvado de la mano de los malvados,
Y me levantó sobre sus alas.
Coro:
Adoraré al Señor con todo mi corazón.
Me postraré a sus pies.
Le ofreceré mi alabanza.
Porque no hay nadie como Él.
Versículo:
Él es mi roca y mi salvación,
Mi escudo y mi fortaleza.
Confiaré en Él siempre,
Porque Él es fiel y verdadero.
Coro:
Adoraré al Señor con todo mi corazón.
Me postraré a sus pies.
Le ofreceré mi alabanza.
Porque no hay nadie como Él.
Puente:
En su presencia hay plenitud de gozo.
En su amor hay paz infinita.
Encontraré mi satisfacción en Él,
Porque sólo Él es digno.
Coro:
Adoraré al Señor con todo mi corazón.
Me postraré a sus pies.
Le ofreceré mi alabanza.
Porque no hay nadie como Él.