Cuando se observa desde la Tierra, la Vía Láctea parece curvarse en el cielo, y su parte más brillante se puede ver en la constelación de Sagitario durante los meses de verano del hemisferio norte. La Vía Láctea es una galaxia espiral y, desde nuestra perspectiva dentro de ella, vemos la galaxia como una banda brillante porque estamos ubicados dentro de uno de sus brazos.
El centro de la Vía Láctea no se puede ver directamente ya que se encuentra detrás de una espesa concentración de polvo y gas, pero su influencia se puede detectar mediante la observación de estrellas, nebulosas y otros objetos celestes dentro de nuestra galaxia.
La Vía Láctea es una vista vasta e impresionante, visible en una noche clara y oscura, lejos de las luces de la ciudad. Sirve como recordatorio de nuestro lugar en el universo y de las innumerables estrellas que forman esta magnífica galaxia.