Para dar una estimación aproximada, algunos estudios sugieren que aproximadamente entre el 20 y el 30% de la música clásica occidental está en tonos menores. En la música popular, la proporción de canciones en clave menor parece ser significativamente menor, probablemente inferior al 10%, pero esto puede variar según el período de tiempo, el artista y el género específicos. En general, el uso de tonos menores en la música refleja preferencias culturales y artísticas que pueden evolucionar con el tiempo, lo que dificulta determinar un porcentaje preciso.