El tono se puede medir en unidades llamadas Hercios (Hz). Un Hertz representa una vibración por segundo. Por ejemplo, si una nota tiene un tono de 440 Hz, significa que la onda sonora asociada con la nota vibra 440 veces por segundo.
La percepción del tono es logarítmica, lo que significa que una nota con el doble de frecuencia que otra sonará como si estuviera una octava más alta. Por ejemplo, una nota con un tono de 220 Hz está una octava por debajo de una nota con un tono de 440 Hz.