1. Metales pesados:
La música heavy metal suele caracterizarse por tempos rápidos, riffs de guitarra pesados y voces intensas. Escuchar música heavy metal puede aumentar los niveles de excitación, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La naturaleza rítmica y fuerte de la música puede provocar un aumento de los niveles de energía y una sensación de excitación, lo que puede contribuir a un aumento percibido de la velocidad.
2. Rap/Hip Hop:
La música rap y hip-hop suele tener un ritmo y un ritmo fuertes. Escuchar música rap puede aumentar el estado de alerta y generar una sensación de empoderamiento. La entrega lírica de ritmo rápido en el rap también puede contribuir a una sensación de energía y emoción.
3. Música country:
La música country suele tener un tempo más lento y un sonido más relajado en comparación con el heavy metal o el rap. Escuchar música country puede inducir una sensación de calma y relajación, lo que provoca una disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Sin embargo, las canciones country alegres con tempos más rápidos también pueden tener efectos energizantes.
Es importante recordar que los efectos de la música sobre la velocidad son muy subjetivos y pueden verse influenciados por factores como el gusto personal, el estado de ánimo y las asociaciones con la música. Lo que aumenta la velocidad para una persona puede no tener el mismo efecto en otra.