1. Desmontar la trompeta. Retire la boquilla, la corredera, las válvulas y cualquier otra pieza desmontable.
2. Enjuague las piezas individuales con agua tibia. Mantenga cada parte bajo un chorro de agua tibia y enjuáguela suavemente. Tenga cuidado de no utilizar fuerza excesiva, ya que esto podría dañar el instrumento.
3. Utilice un paño suave para limpiar los restos de humedad. Seque bien cada pieza con un paño suave para evitar oxidación o daños.
4. Limpiar el interior de la trompeta con una culebra de trompeta. Inserte la serpiente de trompeta en el tubo de plomo y empújela suavemente a lo largo de toda la trompeta. Gire la serpiente mientras la empuja para asegurarse de que todas las áreas estén limpias.
5. Aplique un aceite lubricante a las partes móviles de la trompeta. Aplique una pequeña cantidad de aceite lubricante a las válvulas, correderas y cualquier otra pieza móvil. Esto ayudará a mantener el instrumento en buenas condiciones de funcionamiento.
6. Vuelva a montar la trompeta. Vuelve a armar la trompeta en el orden inverso al que la desarmaste. Asegúrese de que todas las piezas estén correctamente alineadas y aseguradas.
7. Toca la trompeta para probarla. Una vez que hayas vuelto a montar la trompeta, tócala para asegurarte de que funcione correctamente. Compruebe que las válvulas se muevan suavemente y que el sonido sea claro y consistente.