En general, debes comenzar con una pequeña cantidad de colofonia y aumentarla según sea necesario. Una forma de hacerlo es sujetar el arco en una mano y la colofonia en la otra. Luego, frota suavemente la colofonia sobre el arco con la palma de tu mano. Debes continuar frotando la colofonia sobre el arco hasta que escuches un ligero sonido de raspado.
Si juegas en un clima húmedo o un ambiente cálido, es posible que necesites usar menos colofonia, ya que se volverá más pegajosa. Si juegas en un clima seco o frío, es posible que necesites usar más colofonia, ya que se volverá menos pegajosa.
El tipo de colofonia que estés usando también afectará la cantidad que necesitarás usar. Algunas colofonias están más concentradas que otras, por lo que necesitarás usar menos. El tipo de arco de violín que uses también afectará la cantidad de colofonia que necesitarás usar. Algunos arcos están hechos de materiales diferentes a otros, lo que requerirá diferentes cantidades de colofonia.
En última instancia, la mejor manera de determinar cuánta colofonia usar es experimentar y ver qué funciona para usted. También debes pedirle consejo a tu profesor de violín o a una tienda de violines local sobre la cantidad de colofonia que debes utilizar.