En la antigüedad, los arcos musicales aparecían en varias culturas, incluidas la India, Egipto y Asia occidental. A medida que avanzó la tecnología, estos instrumentos evolucionaron hasta convertirse en arpas y liras uniendo varias cuerdas a una caja o marco resonante. Esto permitió una mayor profundidad y variedad musical.
Los laúdes se convirtieron en otro instrumento de cuerda predominante en Occidente, lo que eventualmente dio lugar a varios instrumentos como guitarras, violines y violonchelos durante los períodos del Renacimiento y el Barroco.