A continuación se muestran algunos aspectos clave de la armonía en términos musicales:
1. Acordes:Los acordes son grupos de notas que se tocan juntas para crear una estructura armónica específica. Por lo general, se construyen apilando tercios uno encima del otro. Por ejemplo, un acorde de do mayor consta de las notas do, mi y sol, que están apiladas en tercios. Los acordes proporcionan la base de la armonía y establecen el centro tonal o clave de una pieza musical.
2. Progresiones de acordes:Las progresiones de acordes se refieren a la secuencia de acordes utilizados en una pieza musical. Estas progresiones determinan el movimiento armónico y crean una sensación de dirección y flujo musical. Las diferentes progresiones de acordes evocan diferentes estados de ánimo y emociones, y pueden usarse para crear tensión, liberación e interés armónico con el tiempo.
3. Dirección de voz:La dirección de voz se refiere al movimiento suave y lógico de voces o melodías individuales dentro de una armonía. Implica la cuidadosa colocación y conexión de notas para evitar sonidos ásperos o disonantes. Una dirección de voz adecuada garantiza un flujo suave de melodías y mejora la coherencia general y el equilibrio de la armonía.
4. Textura:La textura en la música se refiere a la forma en que se combinan diferentes elementos musicales para crear una calidad de sonido específica. La armonía contribuye significativamente a la textura musical, ya que determina la densidad, el espesor o la escasez del sonido. Se pueden lograr diferentes texturas armónicas variando el número de voces, el espacio entre notas y el uso de diferentes tipos de acordes.
5. Tonalidad:La tonalidad se refiere a la organización de tonos alrededor de un centro o tonalidad central. La armonía juega un papel crucial en el establecimiento y mantenimiento de la tonalidad. El uso de acordes tónicos, acordes dominantes y otros acordes funcionales ayuda a definir el centro tonal y crear una sensación de coherencia armónica.
Comprender y dominar la armonía es esencial para crear música expresiva y atractiva. Permite a los compositores, arreglistas e intérpretes crear experiencias musicales ricas y satisfactorias que resuenan en los oyentes y evocan una variedad de emociones y respuestas.